viernes, 25 de marzo de 2011

ENSEÑAR EN TIEMPOS DE MELANCOLIA E INCERTIDUMBRE. Por CLAUDIA ROMERO

"El nudo de la disertación fue analizar la situación de la escuela secundaria, en un contexto de transición visualizado como un “estado de melancolía” para finalizar conopciones para la transformación.
El tema se desarrolló a partir de un diagnóstico de la Escuela Secundaria, sintetizando las principales características de su formato que entran en crisis cuando se demanda la universalización del nivel.
La escuela secundaria no ha dejado de crecer en todo el mundo desde su creación, aumentando su matrícula considerablemente. Pero ese crecimiento no ha producido una disminución en las desigualdades sociales, sino por el contrario las ha aumentado, porque la posibilidad de acceso a ella por parte de todos los jóvenes no ha traído aparejado un crecimiento en la calidad de educación que se les ofrece. Hay un aumento de matrícula, pero sin embargo la exclusión, la desigualdad y la inequidad siguen atravesando todo el sistema educativo.
Los sistemas de exclusión son cada vez más sofisticados. Hay una exclusión total de aquellos que no acceden al nivel secundario, una exclusión temprana de los que dejan la escuela en los primeros años y una exclusión por calidad, en aquellos casos que se garantiza la escolaridad sin garantizar de calidad.
Es interesante ver que el principal motivo de deserción en América Latina, según reciente informe SITEAL, no son los problemas sociales sino las características propias de la educación secundaria que la hace poco atractiva, convocante o interesante para los jóvenes. Los procesos recientes de expansión del nivel pero con una incompleta democratización han traído como consecuencia una heterogeneidad de docentes y alumnos. La expansión del sistema sumado a la heterogeneidad de la población escolar provoca un exceso de las demandas con que la escuela debe enfrentarse.
Los procesos de expansión, heterogeneidad creciente y exceso de demandas tensionan con el formato de la Escuela Secundaria. Las características de ese formato, su “ADN”, su código genético, son:
 Contrato fundacional selectivo
 Matriz curricular rígida y fragmentada, matriz basada en tres elementos
(materias, horarios y planificaciones)
 Cultura organizativa que se traduce en una anarquía organizada, donde los docentes trabajan en soledad, en forma aislada.
Como síntesis de este diagnóstico, se puede concluir que la escuela enseña un currículo del siglo XIX, con profesores del siglo XX para alumnos del siglo XXI: lo que la sitúa en una situación de “desencuentro”, en una encrucijada."


La Provincia de Buenos Aires, ha prescripto un Nuevo Diseño Curricular, para una Escuela Secundaria que atraviesa las problemáticas descriptas por Claudia Romero, agregando que la tensión entre inclusión y obligatoriedad se presenta día a día, en cada escuela, en cada aula el mayor desafío implementar el diseño curricular del siglo XXI.


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